Lecce: la doble de Florencia en el sur de Italia

Se pueden contar con los dedos de una mano los españoles que saben donde está la región de Puglia o Apulia italiana.

Y es que esta zona del sur de la bota se encuentra a salvo de ‘guiris’, no sabemos si de forma intencionada, aunque es una de las más bellas –y ya decimos, desconocida- del país vecino.

Desde un punto de vista monumental y a pesar de que compite con Brindisi o Bari, la capital, una de las ciudades más bellas de la zona es Lecce.

No en vano, se la conoce como la Florencia del sur por la cantidad de obras maestras que acumula su casco antiguo; obras que tienen como protagonista el barroco y la famosa piedra caliza leccese.

Ciudad amurallada

Lecce tiene murallas y para atravesarlas y acceder a su casco histórico lo lógico es comenzar por la puerta de Nápoles y luego lo mejor es hacerse con un plano, o caminar sin rumbo, según cada cuál.

De uno u otro modo, lo lógico es que este paseo entre maravillosas calles y fachadas barrocas acabe en la impresionante plaza del Duomo.

Es el momento en el que un ¡¡¡ohhhhh!!! saldrá de tu garganta, si es que antes no te has encontrado con alguno de sus anfiteatros romanos entre los edificios.

Il Duomo de Lecce

Mestizaje cultural

De hecho, el pasado histórico de esta ciudad es tan variado y ha conocido tantas civilizaciones (ostrogodos, bizantinos, sarracenos…) que de ese mestizaje surge la cultura y probablemente por ese legado sea uno de los lugares que cuenta con mayor número de estudiantes universitarios.

Salvando las distancias, Lecce podría ser como Salamanca, en España. Y es que tan monumental como ella. Con once basílicas o catedrales y otros tantos obeliscos, teatros y anfiteatros, es de una belleza indescriptible.

Además, la Vía Appia, “conocida como una de las más importantes calzadas romanas” y autopista hacia Roma pasa por Lecce en su camino hasta Brindisi.

 Nosotros diríamos, además, que si no fuera por los problemas de aparcamiento –inherentes a casi toda Italia- sería el lugar perfecto para vivir: tranquilo, cultural, decadente y sobrio, a la vez que estiloso y muy cercano a la costa de Roca Vecchia y los farallones de St. Andrea ¿qué más se puede pedir?

Salento

 La península de Salento, Puglia o Apulia, que lo mismo da, es una región impresionante que atesora ciudades y pueblos tan desconocidos como Lecce, Otranto, Gallipoli, Leuca, Roca Vechia, Alberobello, Locorotondo, Ostuni, Polignano a Mare, Monopoli,…y así hasta alcanzar Brindisi y Bari, la capital del sur. 

piazza del Duomo

Joya del Barroco

Lecce es una joya del barroco, cuyas iglesias y edificios ofrecen unos motivos decorativos únicos y también abundantes.

De sus canteras sale una roca, la piedra Leccese, blanca y radiante de cuya artesanía encontrareis numerosas tiendas repartidas por la ciudad y que es la base del llamado barroco leccese.

teatro romano (pequeño) de la ciudad

La Muralla

La ciudad está protegida por una muralla que marca la frontera, como en casi todos los lugares, entre la zona turística y monumental, y el resto de la ciudad.

Sin embargo, dentro y fuera de la muralla se salpican los edificios religiosos con basílicas y catedrales como la de Santa Cruz (Chiesa di Santa Croce, 1549).

La misma Catedral de Lecce, construida originalmente en 1144, reconstruida en 1230, y totalmente restaurada entre 1659 y 1670 por Giuseppe Zimbalo, que también construyó los cinco pisos del campanario de 70 m, con una logia octogonal.

De la influencia italo-normanda es la Iglesia de San Nicolás y Cataldo, un ejemplo de arquitectura italo-normanda construida por Tancredo de Sicilia en 1180…y así hasta completar 11 templos distintos.

Anfiteatro romano

Pero sin duda una de las atracciones más apreciadas y sorprendentes es el Anfiteatro Romano, cercano a la plaza de San Oronzo, y que data siglo II.

Tenía capacidad para albergar a 25.000 personas y se halla medio sepultado, entre las casas que lo rodean y otros monumentos que fueron construidos sobre el.

anfiteatro romano entre edificios y bajo otras construcciones

Torre del Parco

Dentro la de ciudad, también debéis buscar la Torre del Parco que fue levantada en 1419 por Giovanni Antonio Del Balzo Orsini, príncipe de Lecce.

Antiguamente, la torre, de 23 m de altura, estaba rodeada por un foso en el que había osos y al final se convirtió en casa del virrey español.

Puerta Rudiae

Otros monumentos

Otros monumentos se interés son el Palacio Sedile, construido en el siglo XVI y la estatua de San Oronzo, patrón de Lecce, en la plaza del mismo nombre y el arco del Triunfo (una de las tres puertas por las que se accede al centro histórico de Lecce, y construida en honor de Carlos V en el siglo XVI, como también su castillo (sito junto a la ópera).

También se construyeron sobre puertas medievales la Puerta San Biagio y la Puerta Rudiae’, ambas de estilo barroco, esta última con la estatua de San Oronzo en lo alto y figuras mitológicas a los lados.

Zona monumental

La ciudad (la parte vieja , sobre todo) está llena de restaurantes, muchos de medio pelo, que se llenan de clientes sobre todo los fines de semana y en vacaciones.

Hay quien dice que en Lecce no se come bien y nosotros, sin negar la mayor, hemos de decir que hemos estado en sitios mejores. Incluso acudiendo a los lugares donde van los leccenses, es difícil encontrar cierta calidad.

De entre todos los locales destaca –porque está de moda- doble cero o en italiano doppiozero un lugar para mirar y dejarse ver donde acude la gente guapa de la ciudad.

No sería el restaurante de nuestra vida, pero es preciso conocerlo y por eso mismo te lo recomendamos. El portal Tripadvisor (cuyas opiniones son casi ley en Italia), lo pone bastante bien. 

muralla y castillo

Gastronomía

Entre los platos típicos de la cocina de la Apulia se encuentran los Orecchiette al ragù di carne di cavallo o con cime di rapa (espinacas-grelos). Las orecchiette son un formato de pasta fresca sin huevo, hecha con semolino y forma de oreja.

Dependiendo de donde las tomes pueden ser un plato exquisito o una pesadilla. Nuestra recomendación es que para probar los mejores te acerques hasta L’Aratro, en Alberobello.

También es típico de Puglia la Tiella alla barese (con patate, riso e cozze). Un plato hecho al horno con patatas, arroz, mejillones, cebolla, tomate y pimienta, gratinado con pan y queso rallado o la Puddica, panzerotto (fritto) y calzuncieddi; una especie de focaccia salada rellena de cebolla, tomate, aceitunas negras y anchoas.

El panzerotto es como un calzone fritto –de hecho en Apulia se dice que anterior al calzone al horno napolitano– relleno también de aceitunas, cebollas y queso pecorino. Los “calzuncieddi” son como panzerotti pero más pequeños.

restaurante doppiozero
 

Mas pistas

Lo que las guías no dicen

En Lecce no se come muy bien, al menos no en el casco histórico. Muchos restaurantes de batalla o de quiero y no puedo que no hacen mérito a la ciudad que les da cobijo.

A pesar de lo que parezca el clima de la zona es bastante benigno en verano y no muy frio en invierno, salvo que se ponga a llover, porque si lo hace, las tormentas barren sin oposición las llanuras de la bota italiana de Gallipoli a Otranto y a la velocidad del rayo. 
 

Farallones de Sant Andrea

Lo que no te puedes perder

Aparte de los dos anfiteatros y teatro romano de Lecce y su plaza del Duomo, no debes perderte la visita a Roca Vecchia y los farallones de la Torre de Sant’Andrea. Son la maravilla de las maravillas.

Si hace buen tiempo, incluso te podrás bañar en sus aguas cristalinas o tirarte desde alguno de sus acantilados. Es una experiencia única y ver como el mar Adriático adquiere aquí todo su esplendor turquesa y cristalino. 

Antica Villa ‘La Viola’

Comer y dormir

Aparte del ya recomendado doppiozero, en Lecce y la trattoria Mama, tal vez la mejor opción sea desplazarse hasta Cavallino a la Osteria del Pozzo Vecchio donde sirven, básicamente, pescado que es bastante bueno por estos lares y por la noche funciona también como pizzería.

En cuanto a dormir, existen B&B a un módico precio, a nada que sales del casco histórico. Nosotros recomendamos una mansión barroca y maravillosa, la Antica Villa La Viola.

Los dueños, italianos rancio abolengo viven en la parte de arriba y abajo las habitaciones son tan grandes como un apartamento y, además, con el encanto del barroco y de que se puede llegar al centro histórico dano un paseíto.

Alberobello, piedra sobre piedra bajo los conos

Gallipoli, la ciudad ‘erizada’

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